Sus orígenes pueden datarse hacia el segundo milenio anterior a Cristo, pero se asume que el Gong es muchísimo más antiguo, nos podríamos remontar a la edad de bronce (3000-2000 a. c.) La primera mención sobre este instrumento se da en una región entre Birmania y Tibet sobre el año 500 a. c. Su sonido te envuelve penetrando hasta los campos más sutiles.

Es una excelente terapia para todos los temas relacionados al stress, depresión, fatiga. También sentimientos de separación, soledad, furia, miedo y hostilidad. Muchísimas otras condiciones causadas por falta de balance y armonía en el cuerpo y la mente, al tener un efecto revitalizante sobre el sistema inmune y nervioso. Cuando se toca apropiadamente, el Gong produce un espectro entero de armonía que está basado en presiones de ondas de sonido, que vibran en los meridianos de energía del cuerpo y los balancea.

“La terapia del Gong también alivia stress y tiene un efecto profundo y revitalizante en el sistema inmune y nervioso. Cuando nos sumergimos en el sonido sanador de un Gong sagrado ninguna mente habladora puede estar en nuestro camino. Las ondas de sonido total son oídas y sentidas como una vibración poderosa barriendo sobre todo y penetrando profundamente en el cuerpo. Limpian, liberan y sanan y armonizan en todos los niveles”. Gurú Ram Kaur.

“El Gong es el sonido mismo de la Creatividad”. El que toca un Gong toca el universo. El Gong es una hermosa fuerza reforzadora, es el único instrumento en donde se puede producir esta combinación de vibraciones del espacio” Yoghi Bhajan.

De origen en los Himalayas y en varios países vecinos como China, Tailandia y Japón son utilizados por los monjes para lograr un equilibrio en el cuerpo físico y los cuerpos sutiles. Son instrumentos sagrados con una gran capacidad sanadora. Los cuencos cantores están basados en el Principio de resonancia, la cual dice que una vibración con mayor intensidad y armonía logra contagiar a otra más difusa y poco saludable.

Son recipientes de metal cuya función es la de emular los sonidos de la naturaleza. Los cuencos cantores llegan a pesar desde unos 150 gramos hasta varios kilos, de igual manera su tamaño varia. Generalmente son fabricados con 7 metales, pero la cantidad de metales utilizados puede variar.

Estos sonidos modifican nuestras ondas cerebrales, lo cual ayuda a entrar en niveles de conciencia desconocidas, donde se encuentran los estados de sanación y místicos, ofreciéndonos una mayor receptividad a la autosanación.

Los cristales de cuarzo pueden vibrar u oscilar de una forma regular y tienen una estructura molecular interna en espiral (muy similar a la del ADN). Esto hace que los cuencos de cuarzo tengan unas propiedades sonoras únicas. Este sonido pasa a través de nuestro cuerpo y nos hace vibrar.

Las vibraciones producidas por los cuencos de cristal de cuarzo activan nuestras células y penetran profundamente en todo nuestro ser. Su fabricación se lleva a cabo haciendo girar partículas cristalinas de silicio en un molde con forma de cuenco. El silicio empleado es cuarzo puro.

Su sonido envuelve el cuerpo como una ola, proporcionando una experiencia similar a un masaje enormemente sutil o a una profunda y serena meditación. Producen importantes desbloqueos en el cuerpo físico y energético, por lo que se utilizan como una importante herramienta terapéutica.

El Dr. Gaynor, prestigioso oncólogo norteamericano, al proponer un nuevo paradigma para una medicina más holística cita en primer lugar el uso de los “cuencos de cristal y otros instrumentos en intervenciones en grupo para pacientes con enfermedades potencialmente mortales o crónicas, tanto para el desarrollo psicoespiritual como para la sincronización fisiológica”. Como sabemos está formado de un 80% por agua. En este sentido el Dr. Jeffrey Thompson, director del Centro de Investigaciones Neuroacústicas en el Instituto de Ciencias Humanas de California, dice: “Dado que el sonido viaja cinco veces mejor por el agua que por el aire, la estimulación en el cuerpo de la frecuencia sonora es una forma muy eficaz de estimulación corporal total, sobre todo a nivel celular. El estímulo directo del tejido celular vivo, utilizando la vibración de la frecuencia de sonido, ha mostrado un marcado metabolismo celular, y con ello la posible movilización de una respuesta celular de curación”.
El trabajo con los Cuencos de Cristal añade a las propiedades intrínsecas del cuarzo la emisión de potentes frecuencias sonoras que hacen vibrar nuestro organismo y lo equilibran.

Son unos pequeños platillos de bronce que se unen mediante una tira de cuero. Suenan chocándolos entre sí. Las vibraciones que producen chocan entre ellas y así mismo con la vibración que haya en una habitación. Por ejemplo, en un gimnasio donde se imparten varias actividades en una misma sala y donde también se dan clases de yoga es interesante usarlos para romper con la vibración que han dejado otras actividades y así hacer yoga en un lugar donde la vibración es más pura.

Instrumento ancestral de viento de origen australiano. Se hace sonar mediante una depurada técnica conocida como respiración circular. Los aborígenes australianos creen que de este instrumento partió la gran vibración que creo la madre tierra.

Básicamente es una trompa natural, una rama de eucalipto hueca por dentro y en un extremo haces vibrar los labios proyectando el sonido hacia dentro. Su vibración penetra por el chakra tierra ascendiendo por todos los chakras.

Su sonido ayuda a entrar en trance, acelera la regeneración celular, la cicatrización de los tejidos…ayudando así a la sanación fisiológica. Con su sonido grave, profundo y rico en harmónicos, penetra en lo más hondo de nuestro ser, irradiando pureza y luz desde del interior.

Es un instrumento de poder, su vibración mágica se adentra profundamente en nuestro vientre y en nuestro corazón, mueve nuestras aguas internas. Nos conecta en los dos mundos (físico y espiritual).

Es el latido de la Madre Tierra, es por ello un instrumento de sanación para todos los que estén recibiendo y escuchando su sonido, nos da equilibrio a través de la puerta que se abre a los dos mundos, también nos equilibra en lo masculino y femenino en nosotros.

Es un instrumento poderosísimo de autosanación emocional y a niveles más profundos, entramos en estado de meditación.